BAJO EL CIELO DE ITALIA

Historia 1

A la edad de 20 años, fui por primera vez a Italia, país que me fascinó, siempre soñé con regresar “… y porque no…” vivir allí. Perseguí ese sueño con tal deseo y fervor… 30 años después se convirtió en realidad.

A principios de los años 80, por las mañanas estudiaba en la Universidad Autónoma de Guadalajara y por las tardes fungía como asistente de el Profesor Giorgio Ferrari, quien en ese entonces era el Director de la Casa de Italia en Guadalajara (centro cultural para la promoción y difusión de la lengua y cultura Italiana). Gracias al Profesor Ferrari, inolvidable mentor, quien me motivó y tramitó una beca de inscripción en la prestigiosa Universidad Italiana para Extranjeros en Perugia Italia, y a mi familia, quienes con mucho temor y con escasos recursos económicos, hicieron posible ese viaje, el cual se veía como una loca aventura, en esa época no eran tan comunes y accesibles los viajes a Europa, me dieron su bendición y me marché.

A mis 20 años volé a Roma con destino a Perugia, con un grupo de estudiantes, quienes en su gran mayoría eran alumnos de la Casa de Italia y compartíamos el mismo espíritu de aventura y el deseo de vivir experiencias extraordinarias en aquel desconocido y bellísimo país, solo conocido por sus inigualables joyas arquitectónicas-artístico-culturales, de las que solo había escuchado hablar o visto en alguna postal.

Perugia, ciudad amurallada de origen Etrusco, capital de Umbría y corazón del territorio Italiano. Situada en la cima de una colina desde donde se domina el Valle del Subasio, si, fue amor a primera vista, me cautivó, siempre deseé volver.

Perugia, ciudad universitaria, medieval-renacentista con uno de los centros históricos más hermosos de Italia, punto de encuentro de locales, turistas y estudiantes internacionales quienes enriquecían la cultura local con sus aportaciones artísticas y gastronómicas.

Pasaron 30 años para poder regresar e instalarme en un departamento, en el corazón del centro histórico de esta bellísima ciudad de Perugia la que se convirtió en mi base italiana. Durante los veranos y bien entrado los otoños de los años 2015-2018, me re inscribí en los cursos de Lengua y Cultura Italiana que ofrecía la Universidad para extranjeros de Perugia, obteniendo la certificación en Lengua e Historia del Arte Italiana en el 2018, certificación que no hubiera sido posible, sin el apoyo incondicional de mi esposo en la persecución y logro de mis alocados sueños. He logrado trasmitir a mi familia la fascinación que siento por Italia, sobre todo a mi esposo quien suele acompañarme durante 12-15 días año con año en busca de ese sueño, aventura o borgo (pueblo pequeño) fortificado, de estrechas callejuelas en la que una iglesia medieval-renacentista dómine un centro histórico lleno de vida y actividades culturales donde podamos escribir un capítulo nuevo y emocionante en nuestras vidas, pero en Italiano.

Anónimo