Culiacán, Sinaloa- En los últimos años, el mapeo ciudadano ha emergido en México como una herramienta crucial para enfrentar el abandono urbano y la precariedad de la infraestructura vial.
Iniciativas como Camina y Haz Ciudad han demostrado que la participación organizada puede influir en las políticas públicas, particularmente en el ámbito de la movilidad.
En Sinaloa, la organización Mapasin ha sido pionera en este esfuerzo, dio a conocer Gloria Morales, ejecutiva de Educación y Comunicación Social de MAPASIN.
“Desde Mapasin hemos liderado e impulsado ejercicios de mapeo ciudadano en Culiacán para identificar riesgos viales, promover rutas seguras a la escuela y diseñar propuestas para mejorar la infraestructura peatonal y ciclista”.
Estos ejercicios han permitido evidenciar carencias preocupantes: zonas escolares sin pasos peatonales seguros, rutas de transporte público sin paradas adecuadas y barrios enteros con iluminación insuficiente.
La información generada por la ciudadanía no solo documenta estos riesgos, sino que también propone soluciones concretas para mejorar la seguridad vial.
Sin embargo, los avances enfrentan desafíos importantes, activistas locales han advertido sobre la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades.
“Es indispensable que las instituciones no solo escuchen estos diagnósticos, sino que actúen en consecuencia”.
En un país donde la movilidad segura aún es una deuda pendiente, la organización ciudadana se presenta como una vía poderosa para transformar las ciudades.
Pero para que ese poder se traduzca en cambios reales, la voluntad política debe estar a la altura de la demanda ciudadana.
Revisión: Manuel Prieto