Después de más de una década inmersa en el consumo de alcohol y drogas, Bianca “N” logró recuperar su vida gracias a su participación en grupos de Alcohólicos Anónimos (AA), organización que —afirma— le permitió salir adelante sin necesidad de internarse en un centro de rehabilitación.
En el marco de un aniversario más de la creación de estos grupos de ayuda mutua, Bianca compartió su testimonio con el objetivo de motivar a quienes atraviesan una situación similar a buscar apoyo.
“Solo hay que buscar en Google y te muestra el grupo más cercano a tu ubicación. Ve, conoce, no tengas miedo. Yo, en lo personal, he cambiado mi vida aquí adentro”, expresó.
Relató que durante su etapa más crítica llegó a estar desahuciada y completamente desconectada de la realidad. “Estaba perdida, desorientada, desubicada, discapacitada de mis capacidades mentales. Aquí es donde me he reincorporado a la sociedad, he conectado los cables nuevamente”, afirmó.
Bianca reveló que comenzó a beber desde muy joven y que su adicción evolucionó hasta consumir cristal de forma habitual. Tocó fondo, dijo, al punto de denigrarse para poder obtener la sustancia, lo que la dejó sin capacidad para trabajar ni relacionarse socialmente.
Actualmente, tiene 26 años y lleva un proceso activo de recuperación. Comenzó a consumir drogas a los 15 y lamentó el crecimiento de puntos de venta de drogas en comparación con expendios de cerveza.
“Hay más tiraderos de droga que expendios. Así es más fácil para los jóvenes caer en las adicciones”, advirtió