La violencia que aqueja a distintas comunidades del municipio de Culiacán no solo está dejando huellas en las personas, sino también en los animales.
Marisela Castaños, presidenta de la Fundación Balto y Dogo, declaró que el abandono de perros ha incrementado entre un 60 y 70 por ciento en zonas afectadas, como la comunidad de Imala, donde muchas familias huyen por temor y dejan atrás a sus mascotas.
“Nos acabamos de traer 16 perros, y anteriormente ya habíamos traído otros nueve, todo poco a poco, en estos lugares estamos esterilizando y atendiendo principalmente a los cachorros, que son los más vulnerables”.
Castaños, quien junto a rescatistas independientes y veterinarios voluntarios, trabaja para salvar la mayor cantidad de animales posible.
Algunas denuncias que ha recibido la fundación incluyen casos de perros baleados, posiblemente víctimas colaterales de la violencia.
“En algunos casos es directo, en otros no, pero todos son igual de graves, nos reportaron una perrita con daño en la columna, no va a poder caminar y necesita un carrito especial, además, viene anémica y daño hepático”.
La fundación ha rescatado más de 30 cachorros y al menos 15 perros adulto de comunidades que hoy son prácticamente pueblos fantasmas. Muchos de estos animales llegan en condiciones críticas: desnutridos, parasitados y sin posibilidad de sobrevivir por sí solos.
Castaños también pidió el apoyo de la ciudadanía.
“Estamos atendiendo a los animales en tres veterinarias: Chapultepec, Congreso y Barrancos, se puede ayudar con croquetas, sardinas, atún, artículos de limpieza o donativos, todo es bienvenido”.
La fundación continúa realizando campañas de esterilización en coordinación con programas de gobierno y asociaciones civiles, con el fin de controlar la población de animales abandonados y buscar hogares responsables para aquellos que logran sobrevivir.
“La violencia nos está arrebatando a todos, hasta a los animales, necesitamos más conciencia, más apoyo y más empatía”.
